METODOLOGÍA

¿CÓMO LOGRAN REPARAR LOS BOLLOS SIN PINTAR?

Los Varilleros utilizan una simple y muy conocida propiedad física de los materiales, llamada deformación plástica, o sea, la propiedad mecánica de un material para deformarse permanente e irreversiblemente cuando se encuentra sometido a tensiones por encima de su rango elástico, que en este caso se aplica tanto a la chapa como a la pintura.

En vista de eso, los Varilleros son capaces de devolver la misma tensión que provocó la abolladura, pero ahora en sentido contrario. A través del uso de varillas con puntas especiales (redondas y pulidas), ejercen presión (un delicado masaje) desde la cara interna de la chapa en los puntos de tensión que crean las abolladuras. Así se devulve a la pieza su estado original. Además del sistema de varillas, los varilleros también utilizan el sistema de ventosas que vamos hablar un poco más logo abajo en la sección ACESSO.

¿QÚE ACABADO CONSIGUEN LOS VARILLEROS?

Los Varilleros más experimentados llegan a la perfección dejando siempre un acabado perfecto. En el caso de que una abolladura sea posible de ser reparada con esta técnica, el acabado será infinitamente mejor si comparado al método tradicional de chapa y pintura.

¿POR QUÉ EL ACABADO CONSEGUIDO CON ESTE TIPO DE REPARACIÓN ES MUCHO MEJOR QUE EL ACABADO DEL MÉTODO TRADICIONAL?

  •  Primero porque se mantiene la pintura original y por lo tanto la textura original que sólo los robots de las fábricas consiguen.
  • Segundo porque no hay cambio de tonos ni aparición de motas ni las temidas aguas por no haber la necesidad de pintar, y lo más importante de todo, porque los Varilleros tienen como controlar el nivel de la superficie al milímetro, o sea, tienen un método de medición eficaz del área a ser reparada (a través de lámparas) y por lo tanto no cuentan tan solo y únicamente con el tacto de las manos que no son capaces de detectar las mínimas irregularidades de la chapa.
  • Y tercero, porque a través de estas herramientas que a veces poseen puntas tan afiladas como una aguja, son capaces de sacar bollos de menos de 1 milímetro, y por eso, también son conocidos como Artesanos o Cirujanos de la chapa.
  • Lámparas: ¡La herramienta más importante de un varillero! Otra vez más la física hace posible esta técnica, la propiedad de la luz de no contornar los obstáculos es lo que da la precisión al Varillero ya que en caso de haber un bollo la luz pasará al ras por él y por lo tanto la área dañada quedará oscura y así los Varilleros identifican donde tienen que trabajar. Los Varilleros expertos pueden identificar mínimas variaciones de luz, para eso tienen que tener una visión de águila y eso sólo se consigue con ¡¡¡Años y años de entrenamiento.

ACCESO

La eliminación de abolladuras sin pintar se realiza desde la cara interna del panel dañado, así que el acceso es fundamental para introducir las varillas saca bollos. En algunas casos el acceso es fácil y rápido y se da a través de los agujeros originales del coche o a través de accesorios que facilitan la vida de del varillero, en una puerta por ejemplo, para que no haya que desmontar el guarnizado podemos acceder a su interior utilizando un cojín hinchable y un protector de cristales, e de esa manera podemos entrar con las varillas por el hueco por donde suben las lunas.

Pero no siempre eso es posible, y por lo tanto, en algunos casos no hay más remedio que desmontar los granizados internos. Otra opción dependiendo del tipo de abolladura a ser reparada es el uso de las tan habladas ventosas saca bollos, estas ventosas trabajan desde la cara exterior del panel, van pegadas a través de pegamentos termo fusibles especiales (los hay de verano y de invierno) y sufren una extracción por intermedio de un martillo extractor muy parecido a los que utilizan los chapistas. El sistema de ventosas tiene sus ventajas y sus contras, las podemos utilizar para ahorrar tiempo y también para ayudar en las reparaciones con varillas en abolladuras con tamaños bastante considerables o que hayan estirado mucho la chapa como por ejemplo abolladuras grandes producidas por granizo.

Partes del coche como los montantes o la parte superior del maletero sólo pueden ser reparadas con ventosas ya que no hay acceso para las varillas. También los varilleros suelen utilizarlas en abolladuras limpias, es decir, en aquellas que tienen un formato redondo (que no tienen formato de pinchazos) y con esto evitan desmontar un guarnizado y también ahorran muchísimo tiempo. Trabajar con las ventosas supone muchísimo entrenamiento, incluso más que con varillas. Hemos visto muchísimos talleres y chapistas que han comprado las ventosas y herramientas pero que hoy las tienen paradas debido a complejidad de su utilización.